Recientemente la comunidad de Palena conoció los resultados de una investigación realizada por el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, sobre los valores culturales y la importancia de visibilizar las tradiciones locales de los sectores Pico Moro, El Azul, El Tigre y El Tranquilo.
Durante dos charlas abiertas a la comunidad de Palena, Wladimir Riquelme Maulén, antropólogo que lideró el estudio sobre el patrimonio cultural de la zona, destacó cómo se entremezclan los diversos usos, prácticas, tradiciones y memorias de los habitantes del sector, y cómo diversos oficios y actividades económicas tienen como sustento material y simbólico a la naturaleza del predio fiscal Alto Palena. “La cultura e identidad de Palena están protagonizadas por habitar y acceder a las montañas. Conociendo la cultura desde el punto de vista de quienes la viven y han forjado, podemos plantear que actualmente sus habitantes están preocupados por cuidar la naturaleza a partir de sus propias tradiciones: siguiendo las huellas por los senderos, cuidando a las tropas de animales en las veranadas e invernadas, entrando al bosque para buscar yuyos, recordando con cariño a las casas de palo amordazado y techos de canogas, respetando a los ríos… hay valores culturales que contribuyen directa e indirectamente a la conservación de los ambientes”, señala el investigador.
Esta investigación ha sido parte de un proceso extenso de levantamiento de información sobre los valores naturales y culturales de la zona, compilación que recoge antecedentes desde las comunidades, reconociendo elementos identitarios como una herramienta para fortalecer las iniciativas de conservación ambiental del territorio. Además, estos antecedentes científicos y técnicos de los valores culturales del sector permitirán dar paso a la primera solicitud de administración a corto plazo, y posterior declaración de Bien Nacional Protegido para esta zona.
Para el caso de la comuna de Palena, un hito importante en el proceso de solicitud del predio fiscal fue la conformación de la Mesa de Áreas Silvestres Protegidas de Palena, a mediados de marzo del año 2022, por parte de la Municipalidad de Palena. A través de ella, se promueve la revisión de criterios y objetivos en torno a las áreas protegidas existentes, desde una mirada de desarrollo sostenible junto a diversos actores de la misma comunidad.
Desde el municipio, el alcalde Julio Delgado Retamal señala que “para lograr una conservación efectiva y significativa del predio fiscal, es esencial reconocer y valorar la forma en que nuestros residentes habitan el territorio. La interacción entre las personas y el entorno natural es un aspecto central de nuestra historia y forma de vida. Es por esto que la conservación y los aspectos culturales del territorio deben ser trabajados en conjunto, porque definen cómo se ha desenvuelto la vida en Alto Palena”, enfatiza.
“Los espacios de toma de decisiones, como la Mesa de Áreas Silvestres Protegidas de Alto Palena, son claves porque se requiere de perspectivas interdisciplinarias para responder a problemas que son complejos. Las dimensiones humanas de la conservación son pilares fundamentales para lograr cohesión social en iniciativas de solicitud de un Bien Nacional Protegido”, señala Wladimir, agregando que “las dimensiones humanas se vuelven una necesidad en las iniciativas de conservación cuando hay conflictos con las personas que habitan o acceden a las áreas en cuestión. Pero, en este caso, la participación local está desde el inicio. Esto permitirá resguardar la habitabilidad de las comunidades, su acceso a los lugares y visibilizar las contribuciones locales a conservar los ambientes”.
Respecto de la participación de la comunidad, Catalina Ramírez, geógrafa y parte del equipo del laboratorio de Sistemas de Información Geográfica (SIG) del Programa Austral Patagonia, rescata la importancia de estos espacios: “involucrar activamente a los residentes locales en la planificación territorial fomenta la colaboración y empoderamiento de la comunidad, permitiendo tomar decisiones más informadas y planificar proyectos colectivamente que aborden las necesidades reales del territorio” cierra Catalina.
