La discusión en torno a las amenazas que ejerce la acuicultura sobre los ecosistemas marinos, así como la inhabilidad de esta actividad dentro de las áreas protegidas, plantea la necesidad de avanzar hacia medidas concretas de prevención de sus impactos y de ordenación de la actividad acuícola en la Patagonia chilena. Para contribuir a ello, el presente trabajo provee un panorama sobre la distribución de las áreas asignadas a la acuicultura, y en especial a la salmonicultura, al interior de áreas silvestres protegidas del SNASPE.
La Patagonia chilena se extiende por más de 1675 Km lineales desde el seno de Reloncaví hasta las islas Diego Ramírez y está caracterizada por una vasta sucesión de fiordos, penínsulas y canales que albergan 40.050 islas y que, en conjunto, comprenden 100.627 Km de borde costero. Su particularidad geomorfológica e hidrográfica define a esta región como el mayor sistema de estuarios y fiordos del hemisferio sur, y una de las mayores extensiones de zonas con contacto entre mar y tierra en el mundo. La importancia de conservar los servicios ecosistémicos que ofrece el mar de la Patagonia chilena se ha visto reflejada en el aumento de Áreas Marinas Protegidas (AMP) y un creciente reconocimiento por el resguardo del espacio marino de grandes parques y reservas del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), lo cual resulta particularmente relevante considerando que la Patagonia chilena cuenta con, al menos, siete áreas silvestres cuyos límites incluyen una importante porción marina que suma 6.318.296 ha, correspondiente al 35% del mar interior y al 85% de la superficie costero-marino que está bajo figuras oficiales de protección.
Aunque la legislación vigente restringe el ejercicio de actividades de acuicultura tanto al interior de las áreas protegidas del SNASPE , como en zonas aledañas a estas, la inadecuada interpretación y aplicación de estas normativas ha permitido la asignación de Áreas Apropiadas para el ejercicio de la Acuicultura y concesiones acuícolas dentro de la porción costera-marina de parques y reservas nacionales de la Patagonia (Martínez y Paredes, 2020).
El presente trabajo busca contribuir a la discusión en torno a las amenazas que ejerce la acuicultura sobre los ecosistemas marinos, así como la necesidad de avanzar hacia medidas concretas de prevención de sus impactos y de ordenación de la actividad acuícola en la Patagonia chilena.