Por Celestino Ancamil, presidente Agrupación Turismo Náutico y Conservación de Cetáceos de Puerto Cisnes.
La comunidad de Puerto Cisnes ha sido testigo de evidentes cambios, muchos de ellos perjudiciales para su ecosistema marino. Practicas industriales como la salmonicultura han causado un evidente deterioro en el ecosistema ya que, de hecho, en el Parque Nacional Isla Magdalena hay tres Áreas Aptas para la Acuicultura, con cuatro concesiones salmoneras activas, lo que ha provocado contaminación de las aguas por exceso de nutrientes y basura.
Esta situación tiene severas consecuencias desde el punto de vista social, ya que va en desmedro de las prácticas tradicionales como la pesca artesanal, la pequeña ganadería o la extracción de recursos bentónicos, y genera dependencia económica hacia estas actividades industriales.
En este escenario aparece con fuerza el gran potencial que tiene el ecoturismo marino para la economía local y para la conservación de los ecosistemas marinos, pues no se pueden tratar ambos asuntos por separado. Conscientes de ello, en el año 2017 formamos la Agrupación de Turismo Náutico y Conservación de Cetáceos de Puerto Cisnes, con el objeto de posicionar Puerto Cisnes como un destino turístico con servicios náuticos de calidad basado en prácticas sustentables, por un lado, y de trabajar en la educación ambiental y conservación con la comunidad, por otro.
En conjunto con varios colaboradores hemos realizado tres Encuentros de Ecoturismo Marino en Puerto Cisnes, y este fin de semana celebraremos su cuarta versión para seguir intercambiando opiniones, información y perspectivas de quienes hemos sido testigos del deterioro del maritorio, y buscamos soluciones en conjunto. Durante los Encuentros hemos logrado reunir a científicos y expertos de gran renombre, autoridades locales, representantes de otras comunidades y operadores turísticos, movilizados -todos ellos- por el interés común de proteger los ecosistemas para las próximas generaciones.
Sin embargo, aún hay mucho camino que recorrer para hacer del turismo de naturaleza una estrategia real que contribuya a la conservación y el desarrollo local de la Patagonia chilena. En términos generales, la falta de mecanismos de financiamiento permanente, de recursos humanos para fiscalizar, de infraestructura y equipamiento mínimos para operar, entre otros, unidos al alto grado de heterogeneidad de la oferta turística del territorio y la alta temporalidad, ha generado la saturación de algunas áreas protegidas y localidades.
Esto debido, en gran medida, a la débil gestión turística y políticas públicas vinculantes. Falta comprender mejor el ecosistema turístico desarrollado en torno a las áreas silvestres protegidas, en el que participan diferentes actores públicos y privados -grandes y pequeños- del sector turístico, de la comunidad y del gobierno local. Este último tiene un importante rol articulador con la sociedad civil, para potenciar las capacidades locales y aportar en el desarrollo de un turismo cuya bandera sea el respeto por la diversidad biológica y la integración de las comunidades aledañas.
Tenemos la convicción de que el turismo bien planificado es una actividad con un gran potencial para contribuir a los objetivos de conservación y gestión efectiva de los ecosistemas marinos, permitiendo, a su vez, que las personas locales se beneficien de él. A eso apuntamos contribuir, justamente, con la realización del IV Encuentro de Ecoturismo Marino. Este representa una oportunidad invaluable para generar nexos entre los actores públicos y privados ligados al turismo de la comuna de Cisnes, y para seguir creyendo firmemente que un pequeño grupo de personas, haciendo cosas pequeñas, puede sumar acciones que cambien el mundo.