Por Nelson Millatureo, presidente de la Comunidad Indígena Antunen Rain y representante de las comunidades indígenas solicitantes de ECMPO Huichas, Región de Aysén.
En el archipiélago de los Chonos, Región de Aysén, se sitúa el Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO) Islas Huichas, aún en proceso de tramitación. Cubre 762.630 hectáreas de superficie, y permite reforzar la protección de la Reserva Nacional Guaitecas y del Parque Nacional Isla Guamblin, cuya área marina es de especial relevancia ecológica por ser zona de crianza y reproducción de especies de interés comercial, seriamente afectadas por la sobreexplotación. Sin duda se trata de una de las zonas más prístinas del planeta, pero -al mismo tiempo- más amenazadas por usos industriales que rápidamente están deteriorando sus funciones ecosistémicas.
Y es que actualmente se desarrollan aquí actividades que son incompatibles con el cuidado del medio ambiente, como la masiva presencia de la industria acuícola en canales que son muy sensibles a la contaminación. También agreden al medio ambiente la pesca ilegal, el barreteo de algas y las incursiones de pesca industrial dentro de aguas interiores, agentes que han alterado negativamente las condiciones ambientales que antes favorecían nuestras economías locales. La pérdida de especies que esto ha producido, provoca la disminución de recursos para nuestra subsistencia, lo que se evidencia en la pérdida de las cuotas de pesca y buceo, conflictos sociales y tasas de pobreza local que son muy superiores a las cifras comunales y regionales (más del 90% de nuestras familias la experimentan a diario).
La solicitud de este ECMPO responde a la necesidad urgente de resguardar los recursos biológicos y culturales que constituyen los medios de vida e identidad de los habitantes de islas Huichas. Por un lado, nuestro mar está mostrando signos de deterioro que son alarmantes, como las cada vez más frecuentes floraciones algales nocivas que se nutren de la contaminación causada por la industria acuícola. Por otro lado, los graves problemas de pobreza no disminuyen, porque se mantienen las condiciones de aislamiento estructural de esta zona archipelágica, la falta de servicios básicos y oportunidades. Además, las estrategias asistencialistas que provee el Estado cada tanto, sin un plan concreto de largo plazo que nos ayude a paliar estos siniestros, tampoco aportan a mitigar la pobreza de la zona.
Nuestro ECMPO es una oportunidad de desarrollo inclusivo para asegurar la práctica de los usos consuetudinarios de nuestra comunidad, usos que se basan en costumbres y consideraciones éticas ancestrales, y que tienen un impacto evidente en la revitalización de la naturaleza. Además, este Espacio propiciará los vínculos con actores locales, comunidades y organizaciones productivas para trabajar en conjunto por el bienestar común y el cuidado del archipiélago. Actualmente estamos trabajando en alianza, las comunidades indígenas y los pescadores artesanales para lograr la gobernanza local de nuestras islas. Por ejemplo, a inicios de agosto realizamos el 2° Encuentro Autoconvocado de Comunidades Indígenas y Pescadores Artesanales de la Región de Aysén, evento en el que reafirmamos nuestro compromiso solidario con el mar y nuestra gente, y nuestro interés de asegurar la soberanía alimentaria y el bienestar de los habitantes de esta zona, sin que ello signifique la afectación de los demás seres vivos con los que compartimos esta naturaleza: los bosques de algas, las aves marinas, nuestras ballenas, entre infinitas otras formas de vidas que aquí existen.
La declaración del ECMPO Islas Huichas beneficiará a toda la población de las comunidades indígenas y locales del litoral de Aysén mediante el acercamiento y diálogo entre organizaciones de la sociedad civil, juntas de vecinos y comunidades locales, para garantizar el acceso a sitios comunes y de significación cultural.
Somos una comunidad pesquera que heredó tradiciones canoeras hace muchísimo tiempo, y como tal vemos con real preocupación cómo los procesos naturales se están alterando en perjuicio nuestro y de otras especies. Y tan grave como este fenómeno, es la enorme inequidad en el trato del Estado de Chile hacia nuestras comunidades de pescadores artesanales, en comparación a la gran industria salmonera. Esta industria es responsable de la gran contaminación de nuestros fiordos y canales patagónicos, y mientras nosotros vamos despoblando nuestro territorio, ellos van ocupando silenciosamente nuestros canales, fiordos y costas para lucrar a costa de estas aguas prístinas, dejando tras de sí sólo devastación.
No es posible que el mar que genera enormes riquezas para industrias extractivas y egoístas, como ésta, sea el mismo en el que ya no podemos seguir trabajando de manera tradicional. El Estado debe hacerse responsable del impacto nefasto que han provocado las políticas públicas injustas e inequitativas, y la declaración de ECMPOs es una buena forma de hacerlo.
Los ECMPOs son una herramienta de justicia y defensa de nuestras familias y de las futuras generaciones; son la única vía que difiere de las opciones extractivas, competitivas y excluyentes que nos están devastando. Es por eso que, a pesar de todas las dificultades que hemos enfrentado y de la campaña de la industria del salmón para desprestigiar a estos espacios de protección, seguimos perseverando en este camino colectivo porque, sin nosotros, los asentamientos costeros históricos van a desaparecer.