El segundo Encuentro de Áreas Protegidas y Comunidades Portal busca ser una plataforma para que todos los actores involucrados puedan intercambiar experiencias, miradas y lecciones para mejor la gestión de las áreas protegidas. Se trata de celebrar las Áreas Protegidas y su gente, como también de acordar y proyectar estrategias de colaboración.
Este año, el encuentro se realizará entre el 17 y 19 de octubre en formato híbrido. La jornada inaugural se desarrollará en Santiago de Chile, en el Centro Cultural La Moneda, y posteriormente se llevarán a cabo una serie de paneles temáticos, con invitados de diversos territorios, lo cual será transmitido online. En paralelo, se celebrarán actividades presenciales en las regiones de Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes.
No te pierdas la oportunidad de celebrar un nuevo encuentro por la conservación y conocer los desafíos y oportunidades que tiene Chile en torno a las áreas protegidas, a través de la visión de expertos desde la Patagonia, y sus propias comunidades.
Patagonia, lugar de condiciones biogeográficas únicas que dan origen a una enorme diversidad de ecosistemas y formas de vida, algunas de ellas de vital importancia en el contexto de crisis climática e hídrica en que nos encontramos a nivel mundial. Bosques, turberas, glaciares, humedales, ríos, fiordos y muchos otros, permiten la existencia de especies tan maravillosas como el huemul, el huillín o la ballena azul, solo por mencionar algunos.
Afortunadamente el 47,7% de la superficie de la Patagonia chilena* -terrestre y marina- está protegida bajo alguna figura legal como parques y reservas nacionales, monumentos naturales, parques marinos, santuarios de la naturaleza, entre otros. Es una cifra alentadora, sin embrago, se trata -en realidad- de áreas que en su mayoría carecen de gestión y manejo efectivo, emplazadas en zonas con un bajo nivel de desarrollo social.
En ese escenario, las comunidades cercanas o aledañas a las áreas protegidas -llamadas Comunidades Portal- juegan un rol fundamental: su participación en la gestión de estas áreas es necesaria para armonizar la conservación de los ecosistemas con el desarrollo social basado en la visión e identidad de sus habitantes. Y es que la cercanía física entre ambas −comunidad y área natural− genera una relación de responsabilidades y beneficios sociales, ecológicos y económicos mutuos, es decir, la comunidad local puede recibir los beneficios de su cercanía a las áreas protegidas, al tiempo que contribuye a generar un desarrollo sostenible y compatible con la conservación de la biodiversidad.