En Chile, el 50% de las ecorregiones y el 69% de ecosistemas terrestres no cuentan con la protección de los ecosistemas terrestres y aguas continentales esperada según metas internacionales (i.e. AICHI). Además, el
27% de los ecosistemas terrestres posee menos del 1% de superficie protegido, mientras que 9% no tiene representación dentro del SNASPE (Marquet et al., 2019).
Hay una gran oportunidad para avanzar en ese sentido: Chile cuenta con una importante reserva de territorio fiscal disponible, es decir, territorio sin destinación ni administración, que representa un 45% del territorio fiscal (Min. BBNN, 2011, 2022). Estas áreas se extienden en la macrozona norte y sur-austral del
país (Min. BBNN, 2011; Figura 1), con un gran potencial de contener altos valores para la conservación natural y cultural, y con cuya protección -por lo tanto- se podría contribuir a mejorar la representación de los ecosistemas dentro de las áreas protegidas.
¿Cuáles son los altos valores para la conservación? ¿Cómo identificarlos? sobre ello habla esta publicación.